martes, 15 de abril de 2014

James Malory

Personaje:
  James Malory
Título:
  Amable y Tirano
Serie:
  Malory 3
Autor/a:
  Johanna Lindsey
Le veo como...:  Chris Hemsworth
Fictional Lover de:  Elfled

Bueno, quizás muchas de vosotras no estéis de acuerdo conmigo en el primer Fictional LOVER escogido pero para las que estamos ya rondando una edad (y no voy a decir cuál) este personaje fue un antes y un después en nuestras vidas literarias.

Conocí a James Malory allá por el año 1994 y, desde entonces, no he podido olvidarle. Es de esos personajes que te calan por su arrogancia, su picardía, su forma de ser tan canallesca. James Malory es de esos protagonistas que, incluso sin ser el principal de la historia (para ello os remito por ejemplo a la novela Tierna y Rebelde), siempre es como un faro en el horizonte; como esa luz azul que atrae a las polillas irremediablemente para freírles el cerebro. Después de conocer a James nada es igual. Todo cambia.

Quienes hayan leído Amable y Tirano me comprenderéis, para las que no habéis tenido aún la oportunidad seguramente podréis pensar que estoy como un cencerro y que se me ha ido la peonza. Quizás tengáis razón pero es que James... James es mucho James.

Es posible que llegara a mi vida en un momento en el que los estudios me agobiaban sobremanera y necesitase una vía de escape; es posible que apareciera en ese momento en el que el que quieres que el amor llame a tu puerta pero no lo hace. No lo sé. El caso es que es un personaje que me fascina. Me ha fascinado siempre y, por más años que pasen y por más veces que relea su historia... más fascinante me parece.

Los momentos vividos en el Maiden Anne no hubiesen sido los mismos sin un hombre como James. Este Muro de Ladrillos nacido de la invención de Lindsey es de mis favoritos. ¿También es el tuyo?


Os dejo una de las escenas que más me gustaron de esta historia y en la que James juega un papel increíble lleno de dobles sentidos.
     -Creo que estás borracho.
     -Mi hermano se ofendería ante esa palabra.
     -¡Al demonio con tu hermano y contigo también! Esto es absurdo capitán.
     Dejó de moverse alrededor del escritorio sólo cuando él se detuvo. Aun tenía la copa en la mano y se las había compuesto para no verter una sola gota. La dejó en la mesa y fulminó a James con una mirada. Él se le devolvió, muy sonriente.
     -Estoy muy de acuerdo, George. No querrás que te persiga alrededor de esto, ¿verdad? Ese de deporte es para viejos chochos y camareras.

     -A quien le siente el sayo... -dijo ella, automáticamente. Al darse cuenta de su error, ahogó una exclamación.
     Él perdió los restos del humor.
     -Pues te haré comer ese maldito sayo -gruñó en voz baja antes de saltar por encima del escritorio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario